Se acentúa la regresión social y laboral
Como efectos de una gran campaña de manipulación social, acontecimientos como los graves síntomas que indican el camino sin retorno hacia la extrema degradación climática, vienen siendo menospreciados a pesar de sus trágicas y futuras consecuencias. Tampoco la retirada de los EE.UU del acuerdo sobre el control de armas nucleares pactado con Rusia, ha tenido la suficiente relevancia difusora a pesar de encontrarnos ante la posibilidad de estar avanzando hacia una peligrosa confrontación armada. Geográficamente más cerca, la actualidad y atención política se mueve entre las grotesca tramoya en torno a las negociaciones del gobierno español con los soberanistas catalanes y el juicio político a los presos independentistas del process. También la intoxicación de la opinión pública en el objetivo del desgaste de Nicolás Maduro, como único y legítimo presidente venezolano se suma a esta danza macabra. En estos contextos colindantes y supranacionales, la convergencia de la ultraderecha española se apresura a sacar partido para forzar la quiebra de los avances sociales de esta frágil democracia. En esta interminable ceremonia de deformación y manipulación, los trabajadores del estado español, pero especialmente los de esta colonia atlántica, llevan la peor parte. La anunciada recuperación de los derechos laborales se volatizan; la divulgada derogación de la nefasta reforma laboral se pospone sine die; la clase empresarial extrema la explotación de los trabajadores, y la calidad y cohesión de los servicios públicos continúan en un acelerado proceso de deterioro. La pobreza, el desempleo, los bajos salarios y la paupérrima calidad laboral, se mantienen como los elementos vergonzantemente identificativos del País canario. Asistimos, por tanto a una confabulación del “lado obscuro” que pretende paralizar el avance social y la voluntad soberana de los pueblos que las fuerzas del progreso debemos impedir.
Aunque el desempleo descendió en el mes de enero en un inapreciable 0,18%, las islas continúan liderando, aparte de los niveles más elevados de desocupados, también la actividad laboral con peor calidad que lleva a que el 80% de los empleos que se crean lo sean en temporales y en precario.
Canarias, de tal manera, se sumerge en una incontestable degradación laboral con otros funestos factores añadidos como lo son los bajos salarios y la economía sumergida, cuya punta de iceberg ha asomado a partir de que la autoridad laboral en las islas ha comenzado a desarrollar una leve campaña inspectora en algunos centros de trabajo.
Para Intersindical Canaria, nada va a cambiar mientras la patronal mantenga su negativa a realizar un civilizado reparto social de sus beneficios, equiparándose al menos a sus homólogos de cualquiera de las comunidades del Estado español. Pero tampoco las actuales desigualdades se van a corregir de no existir por parte de los gobiernos español y canario una firme voluntad de invertir la histórica discriminación que en materia laboral y salarial recae sobre los asalariados canarios y aquellos otros muchos que intentan inútilmente acceder a un puesto de trabajo.
REVISIÓN DE LA POLITICA DE SUBVENCIONES Y DESGRAVACIONES A LA PATRONAL
Llegados a la actual situación, la fuerte y mantenida política de subvenciones públicas y beneficios fiscales en favor de la patronal debe cesar y quedar condicionada a la normalización salarial y la creación de empleo.
La imagen de un presidente como Clavijo, utilizando como señuelo la precaria situación laboral de los canarios para que los empresarios foráneos se asienten en las islas, o las recientes manifestaciones de un representante de las organizaciones patronales, ridiculizando el esclavismo laboral de los trabajadores de la hostelería, denotan una vileza hacia el conjunto de la sociedad canaria difícilmente superable.