Federico Aguilera Klink
Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, ha escrito un recienteartículo en el que califica de neonegacionistas verdes a los que nos oponemos a esta manera de “arrasar” el país con supuestas instalaciones de energías renovables. Es más, insiste en que “Desgraciadamente está surgiendo en el movimiento conservacionista, verde, medioambientalista, un neonegacionismo militante de peligrosas consecuencias, que, paradójicamente, se alía con el neonegacionismo de las grandes compañías del petróleo y del gas, les da alas para su continuidad".
Así es que resulta que los supuestos neonegacionistas apoyamos a las eléctricas, constructoras, petroleras, gasistas,…etc. Ya sabemos que, a río revuelto, ganancia de pescadores y parece que el tema es crear confusión. Todo esto me suena, no es nada nuevo, tenemos muchos ejemplos por todos lados con lo mal llamado sostenible, renovable, resiliente, ecológico, economía circular,…etc. Y parece que Antonio se está haciendo, lamentablemente, un especialista en este neolenguaje al servicio de los que mandan y que trata de justificar a los que obedecen haciendo creer que mandan de manera democrática…..
Yo le recordaría a Morales lo que ya señalaba André Gorz (Michel Bosquet) en los años 80 sobre el peligro del “ecofascismo” o fascismo verde, porque querer llenar las islas y la península de supuestas instalaciones de renovables (sin cambiar, a la vez, el modelo económico y queriendo mantener el volumen de turismo pero con coches eléctricos) me parece un auténtico disparate y una tomadura de pelo que solo beneficia a las grandes compañías que las van a construir y cuyo impacto ambiental y social se ignora, deliberadamente, simplemente porque las supuestas autoridades afirman que son instalaciones verdes.
Es decir, se toman decisiones autoritarias, sí, autoritarias, sin el debate ni la participación necesaria para evitar que se sepa bien qué es lo que se está haciendo. Pero la evidencia es muy clara.
Si uno echa un vistazo a lo que está ocurriendo por toda España actualmente, puede ver sin dificultad que por todos lados hay una gran oposición y protesta ecologista y rural a la instalación desaforada, innecesaria y especulativa de parques eólicos y fotovoltaicos. Similar a la protesta que hay en Gran Canaria contra la central de Chira Soria o a la que hay en Fuerteventura contra los parques eólicos.
Federico Aguilera Klink